Arcángel descubre en el violinista Frabian Eli a un cuñado

Para el rapero Arcángel, el reguetón no decaerá siempre y cuando los cantantes se mantengan innovando su estilo. Por eso ya integró al violinista Frabián Elí en su gira por Latinoamérica.

Su relación en tarima comenzó en el concierto del 19 de febrero en el Centro de Bellas Artes de San Juan, donde Frabián debutó junto a Arcángel. Originalmente, el violinista, de 15 años de edad, participaría sólo en el tema “Bonita”, que se realizó en acústico con guitarra y violín. Sin embargo, al reguetonero le gustó tanto su actuación musical en los ensayos que lo invitó a tocar en el resto del repertorio.

La dinámica ha sido tan buena que Arcángel emprenderá hoy, jueves, una gira por América Latina junto a Frabián Elí, que cumplirá con sus estudios a través del sistema “homeschooling” junto a su mamá Rita Barreto, quien es maestra.

Con la compañía de Frabián Elí en sus shows, Arcángel entiende que se posiciona como el primer rapero en hacer este tipo de junte en tarima.

“Si ellos (refiriéndose al violinista Lex que está con Don Omar) dicen que lo hicieron primero nosotros no nos preocupamos porque me siento seguro. Gran parte del público sabe que el primero en incursionar el violín fue Arcángel. Él (Frabián) no se siente en la necesidad de competir”, asegura.

Frabián Elí agrega que “él tiene veinte y tantos años, que me venga a ver a los 22 años, porque me visualizo mejor. Yo no vengo a guerrear con nadie, quizás haya otro que tocó antes”.

¿Quién es Frabián?

El intérprete de “Chica virtual” cuenta a PRIMERA HORA, en una lujosa residencia en Carolina, que su hermana por parte de madre, Priscilla Carrasco, siempre le hablaba de un “amigo” que tocaba el violín, pero no le decía que se trataba de su novio.

“Yo no le hacía mucho caso, pero, cuando lo escuché en mi casa tocar, le dije a ella que me gustaba como lo hacía. Y le pregunté: '¿No era tu amigo el que tocaba?'. Y me dijo que sí y que era su novio”, agrega.

“Él lo hace bien brutal, en verdad. Estaba buscando algo diferente y como es mi cuñao dije: 'Que se quede en la familia'. Él es un nene bueno y no es como yo... Me gustó que mi hermana estuviera con un buen muchacho”, acota.

Fabrián Elí, criado en la calle San Sebastián del Viejo San Juan, toca el violín desde los tres años de edad bajo el método Suzuki (que refuerza la perseverancia y el afán de superación del estudiante) con la profesora Susan Ashby.

Desde un principio aprendió a tocar temas clásicos gracias a su mamá Rita Barreto, y a los siete años le atraía la música popular y jíbara. Tocaba con niños trovadores. Y ha tocado en dos ocasiones con la Sinfónica de Puerto Rico.

“Me atraía hacer cosas que casi nadie hacía”, indica con simpatía el artista que toca el violín hace 12 años.

Estuvo en un grupo de rock del municipio de San Juan que no tenía guitarra eléctrica, por lo que usaban el violín con el que se emulaba el sonido de la guitarra.

“Yo quería tocar reguetón antes porque me gusta el género y tocar hip hop”, detalla el jovencito que estudiaba en el Colegio La Inmaculada.

Lo describe como “un jefe maniático”

Frabián Elí revela muy seguro que trabajar junto a su cuñado famoso es bueno. Reconoce que como jefe es una persona que en tarima y en estudio de grabación le gusta que las cosas salgan bien.

Hay buena química entre ellos, pero reconoce que Arcángel es bastante “maniático” y exigente con su trabajo a nivel musical.

Seguido, Arcángel responde que es cierto. Tanto así que confiesa que “nunca estoy conforme con lo que hago como me pasó con los temas ‘Bonita’ y ‘Chica virtual’ que al escucharlas 1,500 veces, decía aquí y allá, hubiese quedado mejor tal cosa”.

Su actitud se debe a que asegura que “fui bien fanático antes de ser artista. Y era de los malos a la hora de exigir y criticar lo que los cantantes hacían mal. Pero si el artista después hacía algo bien se la daba (lo reconocía)”.

“No hay nadie que se critique mejor que yo. Mucha de la presión que yo tenía antes era creada por mí mismo. Ahora dejo que la musa llegue, por eso, mi disco (‘La maravilla’) ha tardado tanto en salir”.

Hay que limpiar el género

Austin Santos, verdadero nombre del reguetonero, siente que en el reguetón hay que “hacer una limpieza bien grande (entre los cantantes) si queremos evolucionar y ganarnos el respeto de todos”.

“A nosotros nos falta de dos a cuatro años más de lucha y de logros. Estamos ganando chavos y viajando por el mundo, pero nada nos garantiza que siga el género. Chocamos y hay tiraera en el género por lo que dañan la música al hacer cualquier cosa por grabar un disco”, dice.

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