Tito "El Bambino" Aboga Por la Niñez!

El estribillo “Dios los bendiga”, que el rapero Tito el Bambino ha hecho muy suyo por medio de sus letras, cobró mayor intensidad en su pasada visita a este país latinoamericano. Todo porque llenó un espacio en el diario vivir de los nicaragüenses que permanecerá en sus mentes por mucho tiempo.

El intérprete de “Caile” fue más que una figura de renombre entre ellos. Se convirtió en un incentivo por medio del cual pueden “soñar” con una mejor calidad de vida. No porque les repartiera dinero y regalos, sino porque su mensaje de mantenerse en la escuela, dejar a un lado las drogas y hacer de cada día uno más interesante con trabajo, siempre redunda en frutos.

Previo a su espectáculo del sábado, celebrado en Plaza Inter, un local al aire libre que albergó al menos 4 mil personas, donde todos corearon sus temas, imitaron sus bailes y vitorearon sus comentarios, el artista hizo un recorrido por Managua.

Esta ciudad, que cuenta con la quinta parte de la población del país, parece desolada de primera instancia. No cuenta con grandes edificios, tráfico ni bellezas naturales.

Conmovido por el pueblo nicaraguense

Se avistan múltiples monumentos al fallecido papa Juan Pablo II, del libertador Simón Bolívar y otros héroes, así como otras figuras importantes como Sandino, el revolucionario por excelencia de la región. También edificios, como la Catedral de Managua y el Palacio de Gobierno, que yacen inertes como ruinas en medio de las calles repletas de niños descalzos, sucios, hambrientos y en busca de dinero.

Transitando por esos lares Tito y su equipo de trabajo quisieron conocer la historia de al menos dos de estos pequeños, cuyos nombres nunca revelaron ensimismados en su realidad, quienes se acercaron a vender animalitos, flores y santos confeccionados con pencas de palma. “¿Qué hace el gobierno con estos nenes. ¿Cómo es posible que estén en la calle en esas condiciones?”, fue lo primero que se preguntó el intérprete de “Déjala volar” mientras los niños se acercaban. Ellos no lo reconocían como el público que lo vitoreó en Plaza Inter, pero lo agradaron como mejor sabían hacer. Prepararon sus mejores artes con las ojitas que habían recolectado en la mañana. No querían dinero, sin vender sus “obras de arte”, porque los dos, posiblemente de siete u ocho años, ansiaban el trabajo.

“Mi mamá plancha y mi papá trabaja en lo que sea, pero yo me tengo que buscar mi dinerito”, dijo el mayor mientras el más joven se quedó mudo. A Tito le llamó la atención, que si bien el jovencito lucía en esas condiciones, tenía “braces” en sus dientes, pero el chiquillo se encargó de explicarle que las monjas de un convento cercano a su barrio recolectaron “unos córdovas (moneda del lugar) para ponérmelos”.

Tras esta experiencia no habían ánimos para nada más, sino para llevar su mensaje con más fuerza. Por eso al subirse al proscenio su primera exhortación fue la de cuidar de los niños que son el futuro. “La base de todo es la familia y yo quiero trabajar por la familia en y fuera de mi país”, apuntó en un aparte con ESCENARIO.

Aunque enfrentó problemas técnicos, Tito que tiene unos 30 sobrinos y una hija, supo como encender a sus seguidores, que fueron los mejores ‘paparazzi’ de todos los tiempos, ya que lo persiguieron desde su llegada al aeropuerto hasta su salida, sin descanso, sin cambiarse de ropa y en vela. Su repertorio incluyó desde los nuevos temas como “Siente el Boom”, y “Enamorado”, hasta los éxitos “Déjala volar”, “Caile” y “Flow natural”.

El furor por su prescencia, que se sintió desde que pisó suelo nicaragüense, se intensificó esa noche. La gente estaba tan animada y tan entusiasta que en su afán por tocar o ver de cerca al artista, quisieron rebasar la cadena humana de guardias que mantenía el orden. No lo lograron, pero fueron más de una las peleítas que se formaron entre sus seguidores.

El Bambino contó con la colaboración de un cuerpo de baile de cuatro integrantes, que a su vez se conviertieron en ídolos a los que los fanáticos solicitaban fotos, así como con los mixeos de DJ Manny.

“Gracias Nicaragua, gracias por el apoyo... que Dios los bendiga y en especial a los niños”, exclamó el rapero, al tiempo que se arropó con la bandera del lugar. Después de esos carteles, camisetas y tatuajes contenían la misma frase.

El concierto formó parte de una gira por Latinoamérica que inició el artista a principios del 2007. La misma se extenderá la semana que viene por Estados Unidos hasta culminar en Puerto Rico con un espectáculo multitudinario. Este apoyará el lanzamiento de su último álbum “Top of the Line: El Internacional” que contiene cinco temas inéditos.

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