Wisin & Yandel tienen un puesto de liderazgo en el grupo de arquitectos musicales que trabaja para que el género del reguetón siga edificándose en una base sólida.
El proyecto más reciente en el que este dúo ha podido dejar evidenciado que, en efecto, tiene un papel protagónico en el desenfrenado crecimiento de este movimiento musical, ha sido el inicio de su gira “Wisin & Yandel: Los Vaqueros” en distintas ciudades de Colombia.
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Su presencia en este país recuerda los días en que el grupo Menudo llenaba de gloria a Puerto Rico. Las puertas principales de los hoteles deben ser cerradas con llave para asegurarse de que los fanáticos que aguardan en la calle no tengan acceso, los autos blindados en los que viajan son arropados por sus seguidores y en los coliseos son miles los que se quedan afuera clamando a gritos por un boleto.
“Esto es algo que nos llena de orgullo porque nos ha tomado muchos años lograrlo y llegar hasta aquí”, dijo Wisin después de salir del escenario de la plaza de toros Cañaveralejo, en Cali, en donde junto a Yandel enfrentó a 18 mil almas.
Este espectáculo, que ocurrió el sábado en la noche, estaba tan abarrotado que unas nueve mil personas se quedaron afuera y no se marcharon hasta culminado el evento, sólo para asegurarse de que en algún momento, aunque fuera de modo fugaz, pudieran ver los rostros de los cantantes.
La música, sin embargo, no la perdieron, pues el repertorio del conocido “Dúo de la Historia” retumbó hasta las avenidas principales de esta ciudad. Cali cantó de principio a fin las canciones de este binomio. Sencillamente, no hay melodía que no reconozcan.
La noche inició con “Pegao”, “Mírala bien” y “Entrégate” entre el delirio del público y las enérgicas coreografías de un cuerpo de ocho bailarines.
La tarima redonda, ubicada en el mismo centro de la plaza, debió ser reforzada con hombres que brindaban seguridad a los cantantes, pues las niñas, jóvenes y mujeres que asistieron se las ingeniaban para subir y abrazarlos. Los hombres, de estar más cerca, lo habrían intentado igual, pues también lucían eufóricos en sus asientos.
Este espectáculo estaba tan lleno de energía que, a pesar de ser al aire libre, la temperatura subió a tal grado que los cantantes –ya acostumbrados a vestir con gruesos abrigos de capucha– optaron por quitarse sus chaquetas y quedarse únicamente en camisillas.
La velada continuó con “Mayor que yo”, “Noche de entierro”, “Te suelto el pelo” y “Yo te quiero”, la que fue dedicada por Wisin a “todas las mujeres que han sufrido por amor”.
“A mí me contaron que las mujeres feas no entran a Cali”, argumentó Yandel, ante el grito de las féminas, para proseguir con “Noche de sexo”.
El primer invitado de esta gira fue Franco “El Gorila”, quien participa en el disco “Los Vaqueros”. El también aplaudido intérprete cantó con el dúo los temas “Atrévete”, “Kiss” y “Toma”.
Entre las más aplaudidas se encontraron “No me dejes solo”, “Paleta” y “Teléfono”.
Estos temas antecedieron la entrada del segundo “vaquero” invitado, Gadiel. Junto a este intérprete vocalizaron “Eléctrica” y “Nadie mejor que tú”.
Con “Dembow”, “Burn It Up” y “Rakatá”, acompañadas de un juego de pirotecnia, despidieron a un satisfecho público.
Tiraera en Bogotá
La capital de Colombia disfrutó de la presencia de Wisin & Yandel el viernes en la noche en el parque Simón Bolívar, donde lograron congregar –según efectivos de seguridad– unas 32 mil personas.
Wisin & Yandel no son muy conocidos por propulsar la tiraera dentro del género, pero esta noche la utilizaron para iniciar una guerra entre el lado derecho e izquierdo del público. Wisin agitaba al público de la derecha, mientras Yandel se apoderó del de la izquierda. Así iniciaron una competencia del que más bulla ocasionara y el que más bailara.
El delirio de estas 32 mil almas ocasionó el desmayo de un sinnúmero de mujeres que debían ser elevadas por el mismo público. El cuerpo inmóvil era movido por encima del mar de gente hasta llegar a los agentes de la policía militar que estaba ubicada frente a la tarima, que lo llevaban hasta las ambulancias.
En esta velada, en la que abundaron las banderas colombianas y puertorriqueñas, los temas más aclamados fueron “Mayor que yo” y “Rakatá”.