Calle 13, Se Sale Con La Suya!

Era un “Residente” acompañado por un “Visitante”, pero aun así no querían permitirles el acceso, quizás por haber llegado desde la Calle 13 con su “música satánica”.

René Pérez y Eduardo Cabra, integrantes del dúo Calle 13, decidieron continuar adelante e ingresar a la tienda La Gran Discoteca de Plaza Carolina para cumplir con una firma de autógrafos que tenían pautada para la noche de ayer, martes, aun cuando la administración del centro comercial informó en horas de la mañana que no autorizaba la actividad “por problemas de filtración”.

Pero como para Residente y Visitante “se vale to-to”, decidieron resolver el inconveniente llegando hasta el establecimiento cubiertos con unas capas para evitar mojarse con las gotas que cayeran del techo.

“Voy pa’ dentro, vengo a cumplir con mi gente. ¿Qué, hay un gotero? Pues tengo mi capa”, dijo el cantante a su arribo a eso de las 7:20 de la noche.

La decisión de los músicos fue tomada después de enterarse que la excusa de la administración, liderada por Tomás Sifonte, eran los problemas de goteras. Esta actividad, se había comenzado a coordinar desde marzo, según confirmó a PRIMERA HORA Aidita Oruña, directora de mercadeo de Distribuidora Nacional de discos, que maneja La Gran Discoteca.

No fue hasta la noche del lunes, según dijo, que la gerencia le comunicó que había inconveniente con la tarima que se utilizaría para la actividad, que inicialmente se realizaría en uno de los pasillos.

Según narró, se hicieron los arreglos para resolver el asunto de la tarima, pero en la mañana de ayer, martes, le llamaron nuevamente para informarle que el problema era de filtración.

De inmediato, afloraron las versiones y la más insistente era aquella que apuntaba a que la gerencia no estaba de acuerdo con el tipo de música que interpreta el dúo. Esta versión nunca fue confirmada. Oruña no se había podido comunicar con el gerente general porque, aparentemente, estaba de viaje.

A eso de las 6:00 de la tarde, el frente de La Gran Discoteca estaba vacío. Uno que otro fanático reducía su paso para mirar si algún rótulo anunciaba que el cantante, en efecto, estaría. Aquel que preguntaba por el in store recibía por respuesta un “está cancelado”, pero siempre hubo quien permaneció fiel frente al establecimiento.

Ya a las 6:15 de la tarde, un guardia de seguridad del centro comercial rondaba el área. Parecía el único dispuesto a soportar las miradas atravesadas de la gente que ya comenzaba a enterarse que se había cancelado la actividad y de inmediato lo asociaban con censura.

Dos patrullas de la policía estatal permanecían estacionadas frente al complejo. Los agentes estaban recostados del auto y en un descuido se les escuchó entonar “Tres vueltas de carnero”, frase popularizada por el que era su objetivo esa noche: Calle 13.

De vuelta al interior del centro comercial, ya la seguridad de La Gran Discoteca había formado en fila a las decenas de personas que habían permanecido fieles. Para darles algo de entretenimiento en lo que esperaban, se puso a todo volumen la “música satánica” del dúo.

Al guardia de seguridad del centro comercial ya se le había unido otro que instaba a la gente a que se moviera del pasillo, provocando la furia de María Vélez, residente en Carolina. Por salir en defensa de su ídolo, uno de los coordinadores de la actividad le informó que se ganó una capa para que acompañara a Residente a su entrada. Estaba feliz. Mientras, el guardia que la había amonestado seguía con su cara recia, pero su pie derecho golpeaba el piso al ritmo del “Tango del pecado”.

Así llegó Residente, a eso de las 7:20 de la noche, con todo y capa.

Su público le esperaba agitado.

“Nos dijeron que había un gotero, pero no lo he visto, pero la gente apoya a Calle 13. No vinimos a causar ningún problema, sino a cumplir con la palabra de nosotros… Uno no debe tratar de censurar nada, hay que dejar que las cosas fluyan y dejar a la gente que conozcan y escuchen lo que quieran escuchar. Aquí se demostró que no pudieron censurar a nadie”, dijo Residente a PRIMERA HORA.

Doris Torres, relacionista público de Plaza Carolina, expresó que la actividad se permitió a último momento porque se estaba realizando dentro de la tienda y no en el pasillo del centro comercial, como se había planificado inicialmente.

Expresó que el problema, además, se había agravado por las condiciones del tiempo y les preocupaba la gran cantidad de personas que podían llegar hasta allí por la fama que posee el dúo.